EL HUERTO EN EL JARDÍN
Antaño, cultivar un huerto familiar con varios árboles frutales se consideraba un medio económico de subsistencia, ya que una parcela de terreno nutría permanentemente a la propiedad con hortalizas y frutas de temporada.
Hoy en día, podemos asociar el cuidado de un pequeño huerto más con el ocio que con la necesidad. Muchas personas desean disfrutar con un hobby adicional cuidando sus plantas y permaneciendo en contacto constante con la naturaleza.
Sin ser expertos hortelanos, podemos disfrutar cultivando nuestro propio huerto en el espacio que tengamos: en el exterior de nuestras viviendas, en nuestras fincas, en el balcón, etc., y cosechar y consumir nuestras sabrosas hortalizas o nuestros frutos. Degustar una lechuga o un tomate recién recogidos puede llegar a convertirse, para algunos, en un placer místico. Además esta afición es una terapia muy recomendable y efectiva contra el estrés de la vida diaria.
Nuestro objetivo en estas líneas es dar una práctica ayuda sobre las labores de cultivo de las plantas del huerto y los frutales, así como sobre la nutrición adecuada y su protección fitosanitaria.
Qué necesitamos y qué tenemos para cultivar un huerto
Lo primero que debemos plantearnos es si disponemos de los requisitos mínimos que nos permitan desarrollar nuestro huerto con unas mínimas garantías: tipo de terreno, superficie, si disponemos de agua, de cuanto tiempo disponemos para dedicarle….
Es una experiencia que si no nos convence siempre podemos reconvertir el huerto en jardín.
La cantidad y calidad del agua de que dispongamos puede determinar tanto la extensión del huerto como los tipos de cultivos a desarrollar.
El tiempo de dedicación previsto es también básico, ya que podemos pensar en un huerto activo durante todo el año o en otro que sólo esté en las épocas en las que tengamos mayor disponibilidad.
EL CULTIVO DEL HUERTO
Una vez tomada la decisión de emprender nuestra aventura de disponer de un huerto, debemos elegir el emplazamiento más adecuado y realizar los trabajos previos para acondicionar el terreno.
Dedicación al huerto
Destinar al huerto una pequeña parte de nuestro jardín no debe representar un aumento notable de nuestra dedicación. La diferencia más destacable es que el huerto requiere una atención más continuada, la falta de cuidados durante días puede representar la pérdida de la cosecha.
Emplazamiento y exposición
El mejor emplazamiento para el huerto es una zona de jardín bien soleada, bien aireada y bien drenada (orientación sur y suroeste son las mejores).
Los emplazamientos con tendencia a encharcamientos y donde no corre el aire son ideales para el desarrollo de enfermedades de todo tipo y para la invasión de plagas. Las zonas expuestas a fuertes vientos dañan frutos y cosechas.